8 de noviembre de 2014

“En la buena dirección” y su doble sentido

¿Pero en qué sentido? ¿Hacia delante o hacia atrás? Ah, que es un juego de palabras; los genios creativos que diseñaron este eslogan para el PP quieren decir que los españoles estamos bien dirigidos por Rajoy y compañía, en buenas manos. Pero, entonces, ¿sugieren esa dirección como un estamento ejecutivo de una empresa? No creo. A no ser que los dirigentes del PP hayan considerado que España es una empresa.


Empecemos por la primera acepción y podremos imaginar una dirección como una línea recta. No hace falta recordar nuestros estudios básicos de matemáticas para darse cuenta de que esa línea recta es infinita. Pero llevemos esa idea a un plano y hagámosla pasar por dos puntos:


Podemos acotar lo que queda entre A y B y lo llamamos segmento. Entre los infinitos (sí, siguen siendo infinitos) puntos reales que hay entre A y B, vamos a ver en cuál nos hallamos. A ese punto lo llamamos C:


Bueno, ¿hacia dónde vamos: hacia A o hacia B? Ahora dibujamos una punta de flecha en A y otra en B, ambas de sentido contrario:


Así que, para la primera acepción, la geométrica, ya vemos que “en la buena dirección” no tiene un sentido, sino dos. Y opuestos. Veamos:

Destino A
Destino B
- Justicia social - Desigualdades sociales
- Educación pública de calidad - Educación privatizada
- Sanidad pública universal - Sanidad privatizada
- Servicios sociales públicos - Caridad privada
- Derechos laborales - Incertidumbre laboral y paro
- Democracia - Corrupción
... ...

Cabe añadir una observación: en el PP podrían haber lanzado este eslogan: “En la buena trayectoria”. Para su acepción geométrica habría sido muy similar, pues, aunque una trayectoria puede tomar diversas direcciones, al describir líneas curvas, de lo que se trata al fin y al cabo es decir que “vamos por el buen camino”. O eso intentan transmitirnos.

En relación a la acepción –digamos– empresarial, es como si recurriesen a una antológica frase de su amado líder: “Estamos trabajando en ello”, mientras que el resto de españoles debemos seguir con nuestras obligaciones diarias. El patrón vela por sus trabajadores, parece, ¿verdad? Así nos pueden inculcar ese mantra: “Una empresa comprometida con crear puestos de trabajo”, que tan alejado puede parecer del: “El empresario está para hacer dinero”. Al fin y al cabo no somos más que simples peones de una maquinaria financiera que manejan ellos al dictado neocón. “Miremos los servicios en términos de rentabilidad económica”, nos repiten desde hace años. De acuerdo, pero ¿en qué período? ¿En dos años, en quince, en treinta? Lo digo porque, si echamos un vistazo a la gestión económica de Rato y su equipo en el Ministerio de Economía, obtenemos diferentes resultados: los aparentes, hasta 2007, y los reales, desde 2008. Solbes mediante.
Por otra parte, si privatizan servicios públicos, en realidad, están cediendo la gestión de estos. Y, entonces, están perdiendo capacidad directiva, ¿no? A no ser que sigan dirigiendo esos servicios privatizados tras pasar por eso que llaman puertas giratorias.


En resumen, es tan ridículo el eslogan como el resto de la campaña de marketing:

- Lemas falaces, como “regeneración democrática”

- Nombres de congresos rimbombantes: “Estabilidad y buen gobierno en las Comunidades Autónomas”

- Congresos mastodónticos

- Pose “casual wear”

- Tautologías y mensajes chorras: “Este Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer y va a seguir haciéndolo”


Viñeta de El Roto en El País (14-02-2012)

Estamos gobernados por magufos charlatanes, que, en un sentido o en otro, nos mantienen en la misma dirección.




2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón, se pitorrean de todos. Lo hacen 2 veces: con mensajes estúpidos y con campañas carísimas. Y lo hacen de aquella manera porque cada vez participan menos votantes.
    Hay que echarlos para siempre.
    Me gusta tu blog por cierto.

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